Postoperatorio de la mastopexia

Al final de la intervención, se dejan unos drenajes y se coloca un vendaje adhesivo en el tórax. Los drenajes evitan que se acumule sangre y líquido en el área operada, minimizando el riesgo de infección y reduciendo los cardenales en el postoperatorio. La paciente es dada de alta habitualmente al día siguiente o a los dos días de la intervención, después de retirar los drenajes. En intervenciones sobre mamas muy grandes o caídas, puede ser precisa una segunda noche de estancia hospitalaria. Entre el tercer y cuarto día se sustituye el vendaje elástico adhesivo por unas gasas a nivel del pezón y de las suturas y se le coloca un sujetador adecuado. Los puntos se retiran, dependiendo de los tipos de sutura que se haya utilizado, desde el 51 día del postoperatorio hasta la tercera semana. Una vez retiradas todas las suturas ya podrá Ud. ducharse normalmente.
  1. El postoperatorio es habitualmente indoloro. Algunas pacientes acusan alguna molestia hacia las zonas axilares, y las incomodidades causadas por el vendaje adhesivo.
  2. A los pocos días de la operación ya puede reanudar su vida normal, salvo ejercicios de elevación de los brazos. Hacia las seis semanas puede reanudar toda actividad de gimnasia y movimientos, incluyendo la actividad deportiva y sexual.
  3. Es normal que durante los primeros días o semanas haya una cierta hinchazón (edema), de modo que la mama disminuirá ligeramente de volumen y de situación hasta que haya asentado. Igualmente es normal que se produzcan algunos cardenales que irán desapareciendo en los próximos días paulatinamente. En cuanto a la sensibilidad de areola y pezón, actualmente utilizamos una técnica que consigue preservarla en la mayoría de los casos. Si al principio notara alguna alteración, suele recuperarse en los próximos meses en un alto porcentaje de las pacientes.
Una vez operada, le entregaremos una información más detallada y específica sobre los cuidados que deberá seguir.

¿Quedán cicatrices en la Mastopexia?

La cicatriz resultante suele constar de tres componentes:
  1. La primera, circular, alrededor de la areola. Esta es habitualmente de poca visibilidad al hallarse en la zona de cambio de coloración entre la piel oscura areolar y la piel mamaria más blanca.
  2. La segunda es vertical, desde la areola hasta el surco submamario, y generalmente se difumina bien con el tiempo.
  3. La tercera es horizontal, en el surco submamario. No suele rebasar la base original de la mama y no cruza la línea media. Suele ser más visible que las anteriores. La mayor parte de las suturas cutáneas se realizan por dentro de la piel a objeto de reducir al mínimo las marcas de puntos. Por supuesto, a mayor anchura de la base mamaria previa a la operación, mayor será también la longitud de la cicatriz horizontal.
Este es el tipo más frecuente de configuración de las cicatrices. Sin embargo, no es universal. A veces es factible evitar alguna de estas cicatrices, o modificar su situación. Esto se hace siempre que sea posible y que no vaya en detrimento de la forma final del pecho. Si hubiera modificaciones en su caso concreto, las comentaríamos con Ud. previamente.

Precio de una mastopexia

A priori es difícil dar el precio final de esta operación puesto que es necesario un estudio personalizado de cada paciente y ver las necesidades específicas que cada cual requiere. Normalmente, el precio suele rondar los 3.000 euros, aunque si el caso es complicado y hay que remodelar el pezón, absorber más grasa de lo normal, eliminar piel sobrante… puede llegar a los 6.000 euros.

El precio de una mastopexia también puede variar considerablemente dependiendo de varios factores como la clínica elegida en una determinada ciudad, el cirujano que vaya a realizar la intervención, si es necesaria o no la utilización de prótesis y por último, el tipo de técnica que se vaya a utilizar y la dificultad de la operación.

¿Cuándo realizar un operación de mastopexia?

Durante la operación, el cirujano desplaza hasta su sitio correcto el complejo de areola y pezón, reduce el sobrante cutáneo y el posible tejido mamario sobrante y readapta la piel de la mama a su nuevo contenido.

En principio, las técnicas de mastopexia o corrección de flacidez requieren:
  1. Elevar la areola y pezón a su localización ideal, cuidando que exista una vascularización adecuada para asegurar su preservación.
  2. Mantener las conexiones entre la mayor parte del tejido mamario remanente y el pezón, para intentar permitir una lactancia posterior, lo que podría tener importancia desde el punto de vista psicológico. Si la elevación del pezón fuera muy importante, la viabilidad de la areola y el pezón podrían estar comprometidas. En estos casos la areola y el pezón se movilizan como un injerto, en cuyo caso sí se interrumpen las conexiones entre el pezón y el tejido glandular residual.
  3. La glándula mamaria debe modelarse para obtener un adecuado contorno de la mama y procurando mantener al máximo las conexiones de la glándula con la piel, ya que la mama es en realidad una glándula cutánea.
  4. En lo posible, se deben intentar conservar los nervios que van hacia la areola para preservar en lo posible la sensibilidad táctil y erótica. A pesar de ello y por necesidades de resección de la glándula, en algunas pacientes se podrá reducir o incluso perder la sensibilidad de la areola y pezón. Esta pérdida suele ser sólo temporal. Sin embargo, no suele constituir un gran inconveniente, ya que en aquellas pacientes con mamas muy grandes y/o caídas, la sensibilidad ya suele ser precaria o molesta antes de la intervención. En caso de que se requiera movilizar las areolas como injertos, la pérdida de sensibilidad suele ser muy importante.
  5. En pacientes con areolas excesivamente grandes, éstas se reducirán a un tamaño normal.
  6. Las cicatrices deben ser lo más limitadas posible, sin cruzar la línea media, ya que impedirían llevar escotes amplios. En general, se procura que no rebasen los límites de un bikini, aunque esto depende también de la amplitud de la base de la mama.

¿Qué es la mastopexia?

La mastopexia (corrección del pecho flácido o caído) es la intervención de Cirugía Estética que se lleva a cabo para situar en su posición correcta y con la tensión adecuada un pecho de volumen normal, pero que ha descendido. Consigue un efecto similar al de un sujetador adecuado. Éste, sin embargo, estará hecho con los propios tejidos de la paciente. Con esta intervención se logra mejorar y hacer más confortable la actividad física y facilitar la elección de ropa para vestir y de trajes de baño y mejorar el aspecto individual. Unas mamas demasiado caídas llaman excesivamente la atención y -al igual que un pecho excesivamente pequeño- pueden llegar a ser la causa de una considerable afectación emocional.

La mama caída o flácida está producida por una pérdida de la elasticidad cutánea y de los tejidos de sostén, que ceden ante la acción constante de la gravedad. Puede aparecer en mujeres relativamente jóvenes por causa constitucional, o por involución de la mama, después de episodios de lactancia o de la menopausia.

Las regiones mamaria y abdominal han adquirido en los últimos decenios una importancia relevante en la imagen corporal debido a la creciente libertad sexual y a la mayor exposición corporal en playas y en la moda actual. Por ello cualquier alteración ostensible de forma y tamaño puede tener una gran influencia en la propia estima. El significado emocional de la mama se debe a que no sólo simboliza el papel de madre y los sentimientos maternales asociados sino que representa además la región más destacada de la sexualidad femenina, región clave de la atracción heterosexual. El grado de afectación emocional que puede llegar a causar un pecho caído es algo que sólo pueden llegar a compartir plenamente otras mujeres con el mismo problema. A las demás personas les es difícil comprender el grado de sufrimiento que esta situación conlleva para la paciente. La corrección de las alteraciones de tamaño, situación y forma están justificadas desde el punto de vista psicológico, logrando en la gran mayoría de las pacientes mejorar la sensación de bienestar.
 

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